Mitridatismo. Que palabra más extraña. Hoy estuve pensando
en esa idea. Esa fue la palabra del día, por Ricardo Soca. Mitrídates VI,
Eupátor, ingería veneno a dosis bajas y las incrementaba al pasar el tiempo. El
propósito era ser resistente al mismo. Cuando Mitradates intentó suicidarse, ingirió
una gran dosis de veneno. Motivado por las intrigas y complots propios de una
corte. No pudo lograrlo. Su técnica funcionó. Era inmune al veneno y tuvo que
pedir a su esclavo que lo asesinara. La muerte como salida a la angustia por la
lucha del poder es una solución dramática, pero el tema de prever un tipo de
muerte, una forma de enfrentarla, y luego utilizar su fortaleza como si fuese
una debilidad, es interesante, es una buena historia. Hay un conflicto en usar
la solución como problema, o el problema como solución. Siguiendo ese tipo de
juegos, Pierre Bourdieu, señala que somos clasificadores clasificados por sus
propias clasificaciones. Es decir, que la búsqueda indica también quien busca.
Algo así como, quien haya llegado a este blog (sin ser invitado precisamente
por el autor, claro está), puede estar siendo elegido por su elección a la hora
de elegir. Este tipo de juegos de inversión, entre causa efecto, o sinónimo antónimo,
o de extremos. Resulta llevar tu discurso a un gran nivel. Podría caer en la
apariencia, pero es como el oxímoron, la frase final dice más que una
presentación sencilla de los extremos por separado. Estoy seguro que esta técnica existe, y debe
estar escrita en algún texto de filosofía o de filología, o tal vez una
pseudociencia de las que tanto se escribe, porque considero que se vende más de
estos libros que de los científicos. En fin, creo que es como la explicación
del Tao, para explicar la luz se hace necesaria la oscuridad, para explicar la
oscuridad se hace necesaria la luz, para explicar el conjunto, el camino, el
método, es necesario conocer extremos de la dualidad, pero cuando pones la
dualidad en conjunto obtienes más que sus elementos por separado o comparados.
Bueno, voy a dejar hasta aquí el pasaje de hoy, ya lo abordaré otra vez, tal
vez sin darme cuenta. Ojalá encuentre una buena historia.
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