Deláture

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jueves, 17 de octubre de 2013

EL PRIMER LÍMITE QUE CONOZCO DE LA IMAGINACIÓN

Todavía critico el tiempo con desenvoltura. Aún petrifico sonrisas en mi memoria. De ayer me quedó la de Luisa Fernanda Delgadillo. Cuando propuse recitar la coreografía de: Era Una Ballena Gorda, Gorda, Gorda, de Luis María Pescetti. Hoy fue día de cine. Mi padre es cinéfilo. Cosa que comparte con mi hermano. Yo por el contrario no creo haber visto tantas películas como ellos. En el Hotel Casa Morales, desde hace más de nueve años, se reúnen para ver películas, el grupo es coordinado por Benjamín Arciniegas. El tipo de presentación es de una tendencia alejada de Hollywood, la mayoría de las veces, claro está. Hoy los acompañé a ver Monsieur Batignole. Un film de los años cuarenta. Si el holocausto dejó algo bueno, fueron las historias. Esta historia es la de un francés común, un charcutero al que el destino lo lleva a salvar a Simon Berstein y dos primas, tres niños judíos que sorbieron al genocidio. Me agradó la película. En castellano el film se comercializa con el nombre de: “los niños del señor Batignole”.

El día fue ajetreado con diligencias en la EPS. Hoy revisé el Tractatus logico-philosophicus de Wittgenstein, es uno de esos libros que te tomas con paciencia. Es un texto catalogado como de filosofía. Se encuentra de formato pdf en la internet con facilidad. Es un libro que contiene física, ética, mística, todo inmerso en filosofía. La corriente filosófica en la que se circunscribe es el simbolismo. Naufragando hoy en este tema. Llegué a que los antecesores del simbolismo, y que algunos los califican de estar ahí, son: Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Mallarmé. Siguiendo de brinco en brinco por la Wikipedia llegué a la sinestesia. Una de las cosas que me pareció interesante fue el experimento Psicológico de Wolfgang Köhler. Aquí dejo la página para quien quiera haga el test. Sólo deben buscar a la derecha a Kiki y a Booba.  Sinestesia. Este experimento te deja una sensación de conectividad entre los sentidos. Cuando quise saber que era la sinestesia. Me encontré con un tema muy especial. La idea es que la sinestesia la capacidad de percibir sensaciones diferentes a las que corresponde el sentido. Es como escuchar colores, oler sonidos, saborear texturas, palpar olores. La sinestesia se produce con drogas. Las psicodélicas, el LSD, la mescalina y los hongos pueden producir esto. También existen estados alterados como la depresión donde se presenta. Ahora recuerdo que en el Taller de literatura, alguna vez hablando de los poetas malditos, tocamos el tema del absenta, la bebida de ajenjo. Ahora encuentro que hay ciertas manifestaciones de sinestesia en los poemas.  Pero la duda de si son manifestaciones de imágenes poéticas o una declaración de sinestesia en narrativa que se coló en el poema, te deja cierta incertidumbre. La cosa es que hay una evolución del lenguaje, así lo llamo yo. Cuando le ponemos nombre a los objetos, al parecer no es un acto arbitrario, es decir, no sólo juega la razón, sino también la sinestesia. Volviendo al simbolismo, el Tractatus pretende usar el lenguaje con perfección, así lo veo yo. Partiendo de la unicidad de significado, se establece unos axiomas para mostrar la estructura de la proposición en relación con la estructura del hecho. La verdad, si alguien está interesado, mejor que lea el libro por sí mismo. Dejo una frase del libro: “2.022 Es claro que por muy diferente del real que se imagine un mundo debe tener algo –un forma- en común con el mundo real”. Este es el primer límite que conozco de la imaginación. Nada puede ser imaginado sin que no tenga algo común al mundo real. Me podría arriesgar a decir: si no se imagina no existe.

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