Hoy llegó el diablo. El mecánico del viejo carro de la casa.
Es un sobrenombre áspero y pesado de llevar. Supongo que lo tiene desde la
infancia. Lo supongo porque atiende a él con naturalidad. El viejo carro de la
casa es un Renault 21. El diablo reparó el motor de arranque, tenía problemas
con el inducido, las escobillas estaban como nuevas. Cierta vez que el carro
requería una reparación, cosa que es frecuente en un coche con más de veinte
años, estaba yo leyendo a Dan Brown, Inferno, cuando se me acercó a preguntar
que leía. Le dije: -un manual para
negociar con el mecánico-. Me miró con extrañeza. Cerré el libro y le
mostré la tapa. Soltó su risa, y yo reí con él. Aunqué su risa es la de un
demonio vulgar, cobró como si fuera su alter ego. Hoy volví a ver otra vez la tarifa del doctor
Jekyll, cobrada por míster Hyde. El carro esta tan viejo, que si Virgilio o
Dante dieran su paseo con él, seguro lo hubieran tirado al rio Aqueronte,
porque ni un dracma recibirían por él. Espero me disculpen mi fantasía efable.
Pero continuando con este tipo de visiones, hoy me tropecé con otra idea vacua.
Al quedar frente al semáforo, al ver al figurín de hombre de rojo, me refiero
al dibujo de lucecillas rojas que forman la silueta de un hombre. Rojo y quieto,
verde y caminando. Me pregunté porque tenía que estar quieto, ¿será qué sólo
con el rojo basta?, Bueno, yo no sé de semiótica, pero imagino que si el muñeco
en verde camina, porque el rojo no baila. Es que uno no se puede quedar quieto
viendo una silueta que le recuerda el tiempo yermo mientras espera. Debería estar
haciendo unos pasos de break dance o alguno de tango. Bueno, para facilitar las
cosas se podría poner un buzón virtual en la red. En la página de los semáforos
en rojo. Donde la gente puede votar porque tipo de baile puede hacer el
figurín. A lo mejor el tiempo no te fustigue con la pesadez de ver pasar carros
y puedas llevar el ritmo del hombre de rojo. La cosa es que me estaba
imaginando eso cuando iba hoy a la tertulia de la Instantería. Es un espacio
cultural que se desarrolla en la biblioteca Soledad Rengifo. El grupo lo conforman, hasta donde sé, Luisa Pérez, Eder Cervera y Alfonso Durán. Hoy el tema fue Luis
María Pescetti. Presentador y cantautor para niños. Llegué convencido de que haríamos
la coreografía de: "Era Una Ballena Gorda, Gorda, Gorda". Bueno, si tiene hijos o
si tienes el niño mientras la ves, sabrás de qué hablo. Otra canción para aprender
es la del niño caníbal. También tiene textos para adultos y una muy buena página
por internet. Voy a dejar los links.
http://www.youtube.com/watch?v=qTlXam7diNI El niño caníbal
http://www.youtube.com/watch?v=fxw0JNSOS5Y Era Una Ballena Gorda, Gorda, Gorda
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