Deláture

Deláture

viernes, 26 de septiembre de 2014

Un rincón con libros y café

Ayer, en un rinconcito de Ibagué, encontré una pequeña mesa, libros que leer y dos plantas con flores por compañía. Leerlo así parece una fotografía de revista de decoración de interiores. Pero es la verdad. Los libros todos de segunda o tercera mano. La mesa roja. Las plantas tropicales. Considero que el sitio me invita a leer allí, con una tasa de café y un texto como el que compré. Una edición desgasta y vetusta del Libro Negro. Encontrarse por ahí con Gog, el universal filósofo, Giovanni Papini, es una brisa suave en un agradable paseo. El libro, como el propio Papini lo señala: “las hojas del nuevo diario corresponden casi todas a una de las edades más negras de la historia humana”.  La morbosa avidez intelectual de Gog, nos lleva a ideas que manejaron en su tiempo la masa y gente interesada. Según el propio Papini, se podrá conocer a Molotov, o el pensamiento de Hitler, Dalí, Marconi, Valery, Huxley y Lin Yutang. Promete además, noticias hasta ahora ignoradas de Goethe, Blake, Stendal, Kierkegaard, Unamuno, Leopardi y Whitman. Prediciendo también, que el libro es el acontecimiento literario más singular de ese tiempo. Sería agradable, en la mesa roja, con los libros al alcance, poder descifrar como Gog, las proféticas acciones de un tiempo enfermo y desesperado como el que presenciamos. Disfrutar de una nueva cosecha, producto del adoctrinamiento saludable de la opinión, como lo hizo Papini. Hombre contradictorio, lector hedonista y de un pragmatismo mágico. Papini fue tocado por otros, que con sus textos tocó a Borges. Esa es la verdadera historia de la literatura. En un opinión muy personal.

martes, 9 de septiembre de 2014

Volviendo al Blog 2

Hoy, por cosas que no sabría explicar, volví al magma primigenio. No es porque me distrajera con Cristina Peri Rossi, No. Fue un día de saltos cuánticos, de libro a libro, sin saber ¿por qué? Empezando por las preguntas de un parcial, que me deja varias preguntas, que exhibe la magnitud de cómo se concatena todo, espacio y tiempo, es una gran muestra de amor. Me prometí escribir una vez a la semana en mi blog. La verdad no he podido cumplir con tan exigente tarea. Me lleva días tomar ideas genuinas para continuar con esta encomienda. Resulto siempre distraído en conjeturas tan abstractas como: sombra iluminada o luz de oscuridad. Alguien me aconsejó escribir un blog, como consuelo de aquellas divagaciones, para exprimir la verborrea al máximo. Lo cierto es que salté de la internet a los libros, de estos a los códigos y de estos, espero sea así, al blog. Estoy a la expectativa de haber aterrizado de manera franca en tierra que nos une. Estuve entre diccionarios, entre canto del urogallo, entre el gualdo nacional.